Entrevista a Adolfo Ferrero: la Toledo que late en “El Misterio de la palabra”

La Confederación de Asociaciones de Guías de España (CEFAPIT), conversa con Adolfo Ferrero (Toledo de la Mano), guía oficial de turismo y miembro de APIT Castilla‑La Mancha, con motivo de la publicación de su novela histórica “El Misterio de la palabra”, una obra que nos sumerge en la Toledo islámica y en el diálogo entre culturas en torno a la figura de Alfonso VI y a la tradición toledana de los traductores.​

El origen de la novela

P. ¿En qué momento nació la idea de escribir “El Misterio de la palabra” y hubo algún acontecimiento personal que te impulsara a desarrollarla?
R. La semilla surgió al inicio de la pandemia, cuando la parada obligada del trabajo como guía y el encierro en casa le dieron por fin el tiempo que necesitaba para escribir. Desde unos primeros textos breves en redes sociales, que tuvieron una respuesta muy cálida, fue tomando confianza hasta lanzarse a construir la novela completa que hoy ve la luz.​

Documentar la Toledo medieval

P. ¿Cómo fue el proceso de documentación para recrear el Toledo medieval y su ambiente de convivencia entre culturas?
R. Habla de un proceso largo y exigente, complicado además por la pérdida de concentración tras la pandemia, que le obligó a revisar, corregir y volver atrás muchas veces. Entre lecturas de crónicas y estudios actuales, y con el apoyo y consejos de amigos escritores, fue dando forma a una estructura sólida que le permitiera narrar con rigor sin perder el pulso novelesco.​

El guía que escribe la ciudad

P. Como guía oficial de turismo, ¿de qué forma ha influido tu experiencia mostrando Toledo en la construcción de personajes y escenarios?
R. Su experiencia como guía es el motor de la obra: sentía la necesidad de compartir con los lectores la misma admiración que ve en los ojos de sus visitantes cuando descubren la ciudad. Por eso sitúa la acción en la Toledo islámica de al‑Mamún, rica y esplendorosa, y se apoya tanto en las fuentes históricas como en sus viajes por Marruecos, Túnez o Egipto, que le han ayudado a imaginar cómo pudo ser aquella ciudad mil años atrás.​

Convivencia, poder y traducción

P. ¿Qué retos afrontaste al transmitir el espíritu de diálogo y respeto entre culturas que definió la Escuela de Traductores de Toledo?
R. Subraya la dificultad de trazar la fina línea entre respeto y sometimiento, desmontando la visión simplista de “ciudad de las tres culturas” o “de la tolerancia”. Recuerda que la protección de judíos y cristianos por parte de los musulmanes, y más tarde de musulmanes y judíos por los cristianos, convivía con leyes restrictivas, mientras la vida cotidiana probablemente era más fluida de lo que marcaban las élites.​
Para él, lo que hoy llamamos Escuela de Traductores fue ante todo un gran puente de conocimiento, que permitió trasladar al latín el saber científico acumulado en árabe gracias a una convivencia, no exenta de tensiones, pero indispensable para que ese trasvase fuera posible.​

La mujer como protagonista

P. ¿Cómo integras el papel de la mujer en la narrativa histórica, considerando su compleja realidad en la Toledo medieval?
R. La protagonista femenina es, en sus palabras, un acto de reivindicación de la capacidad intelectual de la mujer en un mundo que la relegaba al ámbito doméstico. Reconoce que una figura así, en el contexto medieval e islámico, es difícil pero no imposible, y se permite imaginarla precisamente para abrir una rendija a esa posibilidad histórica y simbólica.​

Lugares con significado

P. ¿Podrías compartir alguna anécdota especial de los lugares emblemáticos de Toledo que aparecen en la novela?
R. Los personajes recorren espacios que hoy son reconocibles y que pertenecieron a la Toledo islámica, de manera que el lector puede seguir casi físicamente sus pasos. Entre todos, destaca la Peña del Moro y la Torre de la Cava, lugares cargados de significado afectivo y narrativo cuyo verdadero sentido invita a descubrir leyendo la novela.​

Sorpresas de la herencia islámica

P. La novela aborda la herencia islámica de la ciudad. ¿Qué descubrimientos te sorprendieron más?
R. Explica que conocía buena parte de los avances de época islámica, pero le impresionó el alcance histórico y científico que tuvieron, tanto en su momento como en lo que vino después. Cita, por ejemplo, la complejidad técnica de las clepsidras de Azarquiel, que le fascinó especialmente durante la investigación.​

Pasado que interpela al presente

P. ¿Crees que el mensaje de convivencia y entendimiento del libro puede dialogar con los problemas sociales actuales?
R. Considera que la experiencia de siglos de convivencia, con sus luces y sombras, debería servir como referente para el presente. No idealiza el pasado, pero recuerda que más de 600 años de vida compartida muestran que con respeto es posible tejer espacios de paz que hoy se echan de menos en demasiados lugares.​

Oficio de guía y oficio de novelista

P. ¿Tu labor como divulgador cultural te ha permitido descubrir historias desconocidas de Toledo que ahora forman parte de la trama?
R. Asegura que la investigación ha sido una fuente continua de descubrimientos: desde los entresijos políticos y las alianzas cambiantes entre reinos cristianos y musulmanes hasta los intereses de la Iglesia. También destaca el valor simbólico e intelectual de las bibliotecas de los reyes taifas, que le han ofrecido argumentos y matices para enriquecer la novela.​

Espacios físicos y recreación literaria

P. ¿Qué importancia tienen los espacios físicos de Toledo (catedral, mezquitas, sinagogas) dentro de la estructura narrativa?
R. Recuerda que la mayoría de los edificios emblemáticos actuales no existían en la época que narra: ni la catedral gótica ni las sinagogas, y solo sobreviven elementos como las murallas o la mezquita del Cristo de la Luz. Por ello, los grandes escenarios de la novela —como la mezquita aljama o el palacio de al‑Mamún— son recreaciones literarias apoyadas en sus viajes a otras ciudades islámicas y en las fuentes que describen estos espacios ya desaparecidos.​

Alfonso VI, un personaje incómodo

P. ¿Cómo te gustaría que los lectores interpretaran la figura de Alfonso VI y el momento histórico que describes?
R. Asume que Alfonso VI es un personaje difícil, atravesado por tensiones políticas y religiosas que lo vuelven casi inabarcable. Sin embargo, confiesa que le ha tomado aprecio al estudiar todo lo que hizo, y aspira a que en la novela se perciba esa complejidad más allá de las etiquetas simples de héroe o villano.​

Mirando hacia futuras historias

P. ¿Ya tienes ideas para futuras obras literarias sobre Toledo u otras ciudades históricas?
R. Señala que el final de “El Misterio de la palabra” queda deliberadamente abierto a una posible segunda parte. Aun así, se toma con humor el tiempo que le ha llevado completar esta primera novela y prefiere dejar ese futuro en manos de la inspiración… y del tiempo que la vida le conceda para seguir escribiendo.​

Orgullo profesional y cómo conseguir el libro

CEFAPIT muestra su orgullo por contar entre sus miembros con autores como Adolfo Ferrero y anima a que sigan emergiendo nuevas voces literarias dentro del colectivo de guías oficiales.​
Para quienes no son de Toledo, la novela puede adquirirse a través de su web profesional (www.toledodelamano.com) con tarjeta de crédito, o por Bizum a través de mi número de móvil (629 177 810).

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